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¿Sabías que es posible tener la custodia compartida de tu perro incluso sin estar casados?

El año pasado, concretamente en el mes de enero de 2022, las mascotas dejaron de estar consideradas, por fin, como meras propiedades, pasando a formar parte del núcleo familiar como un miembro más, reconociendo su estado de seres sintientes con emociones. Esto trajo consigo numerosos cambios a nivel legislativo y uno de los más destacables es, sin duda, el tema de la custodia cuando ese núcleo familiar se rompe.

En la actualidad, existe una normativa a la que se puede acceder en el momento de una separación o divorcio, que puede ayudar a esclarecer de qué manera se gestionará la custodia del perro en cada caso concreto, en ocasiones de manera similar a lo que sucede con los hijos.

A continuación, podrás encontrar toda la información pertinente al respecto de esta temática.

Custodia compartida de tu perro tras una separación, todo lo que necesitas saber

El 5 de enero de 2022 entró en vigor la nueva Ley 17/2021 del 15 de diciembre de 2021 del Código Civil que establece todos los requerimientos a tener en cuenta a la hora de solicitar la custodia compartida de un peludo.

En primer lugar, cabe destacar que, en base a esta nueva normativa, el bienestar del animal está por encima de todo y cualquier decisión tomada podrá ser sometida a revisión si el perro no se encuentra en perfecto estado, incluso después de consolidar la decisión judicial.

El artículo 90 de dicha ley establece que es la propia pareja la que tiene la capacidad de tomar la decisión de cómo se establecerá la custodia del animal, ya sea que uno de los dos se comprometa a cuidar al cien por cien del mismo o que ambos compartirán cuidados y, por supuesto, gastos.

Por otro lado, en caso de no llegar a ningún tipo de acuerdo en base a este convenio regulador, según establece el artículo 91, será un juez el encargado de establecer las pautas a seguir y el futuro del peludo. Además, como se comentaba anteriormente, en caso de que el animal comience a mostrar signos de que su bienestar se ha visto dañado con la situación, el juez tendrá la potestad de revisar la sentencia, llevando a cabo los cambios precisos para garantizar la calidad de vida del perro.

Pero es importante tener en cuenta que existen determinados casos más complicados, como por ejemplo la separación de una pareja en la que existe una sentencia de malos tratos. En este tipo de situaciones, como es obvio, no existe ningún tipo de negociación y bajo ningún concepto, la persona acusada de este delito no podrá disponer de la custodia del perro en ningún momento.

Custodia compartida de tu perro sin estar casados 

Batalla legal custodia


Si ha habido una convivencia estable entre la expareja y una corresponsabilidad en los cuidados del animal, el tribunal se inclinará por establecer un régimen de custodia y visitas. En cambio si no ha sido así y no han convivido, la titularidad es determinante.

Las consecuencias en tu peludo que debes tener en cuenta

Ahora bien, a pesar de que existe una normativa que establece las situaciones hipotéticas en caso de separación y custodia de animales y la manera de proceder, es importante no olvidarnos de que nuestros perros son seres sintientes y debemos tener en cuenta su bienestar a la hora de tomar este tipo de decisiones.

Y es que una separación familiar puede llegar a suponer grandes consecuencias negativas a un perrete, no solo por la rotura del núcleo familiar, sino porque esto puede conllevar una mudanza, un cambio de entorno y una serie de efectos a los peludos, tales como ansiedad y estrés, que se traduce en un comportamiento diferente al habitual, con signos visibles como: 

  • Rotura de distintos elementos del domicilio en el que se encuentra.
  • Ladridos en distintas situaciones en las que antes no era habitual este comportamiento.
  • Falta de apetito.
  • Problemas digestivos que pueden ir desde estreñimiento hasta diarrea.

Todo esto se debe a un repentino cambio en la rutina de nuestro peludo. El problema aparece cuando, pasado un tiempo, este no logra adaptarse a la nueva situación. En ese momento es cuando es necesario tomar la decisión de realizar una revisión de la sentencia del juzgado, buscando así garantizar el bienestar del perro, considerándolo como la prioridad en dicha situación.

Si hay más de un perro en la familia y habrá perretes que se tendrán que separar por temporadas debido a la custodia, es muy posible que les afecte mucho la separación a los perrihermanos, tanto el que afecta la custodia, como el que se queda contigo. Siempre será mucho más fácil para ellos si van y vienen juntos. 

Consejos a tener en cuenta para que tu perro lleve la custodia compartida de la mejor manera posible

Del mismo modo que ocurre con los niños en una separación o divorcio, existen algunos aspectos que se pueden tener en cuenta para intentar mantener una relación de lo más apacible, lo que puede llegar a traducirse en algo sumamente beneficioso para tu mejor amigo peludo. Algunos consejos que se pueden tener en cuenta son:

  • Una buena relación entre las partes afectadas, sea cual sea el motivo de la separación, es clave para poder garantizar el bienestar del perro. Los encuentros cordiales pueden ayudar a la adaptación del perrete a esta nueva situación.
  • Intentar minimizar los cambios es clave para la estabilidad del perro. Procurar que su rutina varíe lo menos posible, como: comida, hora de las comidas, comedero y bebedero similares, horas de los paseos, incluso, permitir que se quede en el domicilio habitual, puede ayudar a garantizar el bienestar del peludo.
  • Otra de las claves es no utilizar a tu perro como un reemplazo de tu pareja. Puede que te encuentres en un momento de vacío emocional, pero este no se debe rellenar con tu compañero peludo, ya que esto puede derivar en problemas de dependencia. La relación afectiva debe estar completamente equilibrada.
  • Ambas partes deben tener en cuenta que el bienestar del perro debe ser primordial en todo momento. No solo a la hora de tomar la decisión de si sería mejor una custodia compartida o que el animal se quede con uno de los dos, sino también en el momento de tener que revisar el acuerdo establecido si el perrete no se encuentra en perfectas condiciones.
  • Se recomienda establecer todos los deberes de cada una de las partes y firmarlas ante una autoridad pertinente, para evitar problemas futuros. Esto no solo establece las pautas de la custodia compartida en cuanto a visitas, sino también en lo referente a gastos de veterinario (vacunas, revisiones médicas, medicación, visitas de urgencias y operaciones), peluquería, comida, educación, seguros,   mantenimiento, etc.

Prevención 

En estos casos, más vale prevenir que curar y por ello se recomienda a las parejas (casadas o no casadas) pactar capitulaciones matrimoniales o firmar un pacto notarial, en en caso de ruptura en el que se deje clara la voluntad de ambos respecto al régimen de custodia sobre el/los perrete/s en caso de ruptura, separación o divorcio. Puede parecer excesivo, pero puede evitarte una batalla legal. 

Conclusión 

Es cierto que una ruptura o separación es un momento doloroso para cualquier pareja, pero es importante tener siempre en mente que hay algo más importante que os mantiene unidos y que ambos debéis luchar por su bienestar, el que siempre os ha acompañado, incluso en vuestros malos momentos, vuestro perrhijo.

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